hermosa cuchilla que palpita
una luna verde bien abierta
de ojos estrella con sus
agitados brazos
caballos gitanos y blancos
de tersura ladrona.
La de las mejillas de arroz
dulce discurso parsimonioso
otea, como cuidándose
de la luz suicida -que
dicen en Navarra y en
Canalejas: roba seda y labios-
No la puede mirar que
aprieta el gatillo
escóndanse azucenas
y cual arsenal brioso
caótico desprendimiento del
alma
-suena a cuchillos
allá abajo_________a sangre hervida-
las estrellas multiformes
en el andén del tiempo
descienden.
Son la magia del suicidio.
Por entre las ramas
un rostro moreno
-como el mar de mi tierra-
fláccido y pánico:
¡Ladrona, ladrona, en caótico
galope me robas!
¡Ladrona, ladrona, como en espiral,
como cortándome, a sangre hervida,
palpitas!
S.G. le Clydette
viernes, 30 de abril de 2010
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