o las encrucijadas
Explícame por que los santos
quieren ser santos secretos
Mira justo entre los muros
que son aroma
de aforismo
que te encuentro
tan espléndida
engalanando el desayuno
Pero mira bien
porque también
están mis poros
barnizados
Háblame de amor eterno
que no es tu tema preferido
y de como en vientres muertos
pueden también nacer artistas
Pero háblame
Y clávame la mirada
como ya clavaste
entre mis dedos
tu sonrisa no rojiza
pero muy bien modelada
Explícame también
por qué me quize
suicidar
con tenedores
y el acento circunflejo
de tu idioma
interminable
Lo que quieras
pero dime
hasta dónde habías llegado
la última vez que te caíste
y con cuantos has pasado
una noche de esas
tétricas
que sólo son tétricas
si no son conmigo
Cuéntame sobre el destino
las horas
o la leche
pero no me dejes de mirar
Sobre el mundo que te habían prometido
Que yo habré
de conseguirlo
pero sólo
para ti
No te canses
no te duermas
necesito que me cuentes
y me expliques
y me digas
Qué sentiste aquella noche
que pasamos en Marsella
esa noche tan eterna
de la que aún no sabes
nada
por que yo no te he contado;
no te quiero interrumpir
Suéltate el cabello negro
y sujétalo de nuevo
luego quédate callada
pero QUÉDATE
o me muero...
Si respiras no lo digas
pero explícame tu nombre
que vi empastado
en monumentos
y olvidé en la vieja fuente
de la que nunca me contaste
pero que recuerdo con detalle
No
te
quedes
muda
Que me muero
entre tus brizas
me muero
por saberte
y empezar a gratinarme
en ti; tuyo
Como sólo fue tu llanto
Que si pude verte
en veces
que atesoro trás la puerte
podré algún
(estruendo) día
no tener que pretenderte
Dibujarte
y después
enloquecer
y es por eso
que te pido
que me digas
o la hora
o el color de tus anhelos
porque el tiempo está
en mi contra
y aunque quiera
desvestir
mi envestidura
en mis vestijios
desvestidos
No habrá tiempo
sino para perderte
y pedirte
Háblame de todo
lo que no quiero escuchar
Pero hoy; y a mí
Andréj Van Webber
Antibes 1963
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