lunes, 26 de abril de 2010

Dentro de una cúpula
-densamente magnífica- un
sol grande en sus
esplendores, como un macho
que golpea mujeres y
después las besa y les
dice que es el último
momento de sus vidas
bésame querida que
esto se va esto no
viene y va como en
las películas arrumbadas
viejas y de bajo costo
de los años cincuenta;
camina. Sin embargo
a todos -o, ¿a todas?-
les pesa que este
varón despierte en
sus frases una cierta
inhibición por parte de su
piel, un adormecimiento parecido a un placer
que roza lo genital
!Quizás gracias al
empape de su amarilla
pero ah cuán gozosa dermis!

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