martes, 2 de noviembre de 2010

Destrozos causados
por una tormenta de arena
en un condado
(Tierra de hombres sin nombre ni destino)

La gente levanta a sus hijos
hacia el sol
como en bautizos paganos
y entonces
los vientos se llevan
las epístolas hipócritas
hacia las metrópolis
donde las madres
leen el péndulo
y se goza de la muerte
porque es casi igual
de inútil que la vida

Ya cuando todo es grís
y del suelo no crecen
ni esperanzas
ni rocas, ni nada

Es momento de escoger
una bandera
que te recuerde
(nos recuerde)
con las manos llenas
de asma

Que estamos tan muertos
como la democrácia

Rafael Torres

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