O Evelyn no advertiste
esa vez del jardín
las flores
(el sol sin ojos)
que corté con mis manos
hoy entrego correos
pero mis manos siguen gastadas
S.G. le Clydette
viernes, 1 de octubre de 2010
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Horacio.- Hay veces en la vida, pocas quizás, que Dios parece haber postrado toda la ignominia en vos. Ay de ti, Adonis Charro. Tenés que cargar con la carga -y quizás con más. Quizás mañana no hay mañana, hay lánguidas avenidas del terror- Enrique.- ¿Y éso? Horacio.- Hay veces... Enrique.- (Lo interrumpe con veracidad) Hay un flaco en la esquina que... Horacio.-(Con voz de odontopediatra)... que necesito que me compren de comer. ¡Mierda! No he tragado en tres días.